Relato: Amor perruno.

¡Hola amores!. Ya estamos a puertas de un nuevo fin de semana, yo os traigo un relato que espero que os guste.

“Amor perruno”

       Caminando descalza por la playa, sumergida en mis propias preocupaciones, caminando sin rumbo fijo.Cansada decido sentarme en la arena seca,respiro hondo, el olor del mar que tanto me gusta y que tanto relaja.

         -Lo dicho tengo un imán en algún porque solo atraigo a personas con problemas, como sino tuviese poco con los míos- pienso en voz alta mirando al cielo.

         Os estaréis preguntado quien soy (pues para no ser maleducada) os diré que mi llamo Macarena y soy de Tenerife. Actualmente vivo en Valencia, pero creo que dentro de poco me trasladan. Trabajo como comercial de una empresa de cosméticos por ese motivo siempre estoy viajando.Pensaréis que esta genial, la verdad que no os voy a engañar al principio es lo que más me gustaba pero llevo(cinco años) viajando pero con treinta dos años la verdad que ya me apetece estar en una ciudad más de una semana.

         Mirando fijamente la luna que en esa noche esta preciosa de pronto oigo un ruido detrás de mí, con mi corazón a mil me doy la vuelta cuando de pronto me encuentro con algo pequeño y peludo que me mira.

         -¡Joder pero tú de dónde has salido!- digo en voz alta.

         Vamos que me encontrado una perra en la playa, lo dicho un imán debo tener en la espalda porque a ver qué hago yo con este animal ahora porque no creo que me conteste. Lo mejor será llevarlo a la policía ¿es ahí donde se llevan no?, ¡Ole Macarena!.

         Cuando entro en la comisaria los policías me miran, no sé si es que por mi o por el perra que llevo en brazos. Voy hacía el mostrador, les cuento lo que ha sucedido y me dicen que allí no se recoge perros. Como llevo un día de perros nunca mejor dicho les pregunto:

         -¿Entonces donde la llevo?- le digo al policía de mala gana.

         -Señorita, a la perrera.

        Lo miro fijamente y le doy las gracias, saliendo con ella en brazos. Entro en el coche dejándola en mi regazo. Agotada del día, sé que no la voy a llevar donde me han dicho, porque sé cuál será su final, así que arranco el motor y me dirijo a mi hotel. Cuando llego, la escondo dentro de mi chaqueta, esperando que no ladre, porque aquí no se admiten animales. Llego a mi habitación y la suelto en el suelo, tirándome en la cama. Sin esperarlo, siento que algo olfatea mi cara, abro los ojos y la veo mirándome mientras mueve la cola.

         -¿Se puede saber qué haces?, venga baja de mi cama ya ¡bola!- le digo sin más.

         Parece comprender lo que le he dicho porque se baja, pero la veo irse a un rincón, ahora que pienso no tiene nombre al menos yo no lo sé. La veo que se acurruca, cuando salgo del baño la miro y sin pensármelo mucho me lo llevo conmigo a mi cama.

         -A ver tengamos las cosas claras, te llamaré bolita. Segundo, mañana miraremos si tienes chip si es así bien, sino buscaremos una solución que no sé cuál será. Ahora a dormir –le digo como si me entendiese.

         A la mañana siguiente después del trabajo llevo al bicho  al veterinario, me confirma que no tiene chip por lo que me aconseja que la lleve a la perrera, pero yo me niego. Cuando salgo del veterinario llevo una correa con bolita, feliz porque sabe que tiene una nueva dueña que velará por ella.

5 meses después……………………………..

         Como pasa el tiempo ya hace cinco meses que tengo a bolita conmigo, esto muy contenta porque cuando llego a casa me recibe dando vueltas para que la coja, ella me demuestra lo que me quiere con sus lambetazos en mi cara. En este tiempo decidí que ya estaba cansada de viajar, deseaba echar raíces por lo que cuando se expuse  me jefe me entendiendo, dejándome como jefa comercial, solo me pidió que si en algún momento tuviese que viajar, se me compensaría con un aumento de sueldo. Acepte porque sería dos viajes en el año, no como antes que no paraba.

         Tengo una pequeña casa donde algunos fines de semana mis padres se vienen a verme, ellos son de La Gomera por lo que intento que pasen más tiempo conmigo porque soy hija única.

         -Macarena hija ¿con quién dejarás a mi bolita cuando estés de viaje?- me pregunta mi padre muy serio.

         -Papá no te preocupes, ya lo tengo todo pensado se quedará con mi amigo David.

         -¡Perdona! No pensarás dejarla con un desconocido, vamos que no.-me dice mi padre mi cabreado.

         -Papá tranquilo, David tiene casa además es veterinario y sabes que se adoran ambos.

         Es increíble cuando les conté a mis padres lo de bolita, como me la encontré, me apoyaron, pero con mi trabajo pensaban que quizás lo mejor sería quedase con ellos pero solo de pensar lo lejos que estaré ella me ponía triste. Mi padre me conoce bien, por lo que decidieron que cuando me fuese de viaje, ellos se harían cargo, pero cuando conocí a David que es el veterinario de bolita, somos amigos pero no puedo negar que nos sentimos atraídos, por lo que estamos saliendo desde hace tres meses, estamos bien, pero de momento a mis padres ni loca les digo nada.

         Me dirijo a mi habitación, cuando veo que bolita está en la cama, me rió al verla, me pregunto cómo la gente puede dejar abandonada a estos animales, con el cariño desinteresado que nos dan sin pedir nada a cambio. 

         -Ven aquí bolita, gracias por aparecer aquella noche, regalarme tu cariño desinteresado. Te quiero mi bolita peluda– le digo sin más.

 Fin.