Reseña: Maldito síndrome de Estocolmo, de la autora Carmen Sereno.

Título: Maldito síndrome de Estocolmo.

Autora: Carmen Sereno.

Editor: Principal de los Libros; Edición: 1 (10 de octubre de 2018)

Colección: Chic.

Género: Romántica.

Longitud: 392 páginas.

Ana empieza a trabajar en Laboratorios Grau, una multinacional farmacéutica. Su jefe, Eric Grau, un hombre alto y atractivo al que todo el mundo llama Iceman, tiene fama de ser arrogante y despiadado, además de un auténtico depredador sexual. Al principio, la relación entre ambos es muy tensa, pero, poco a poco, la joven descubrirá que su implacable jefe no es el hombre de hielo que todos creen. ¿Podrá Ana resistirse al síndrome de Estocolmo que Eric despierta en ella?

Antes de comenzar con la reseña quiero agradecer a la editorial Principal de los libros por hacerme llegar el ejemplar y por vuestra confianza.

La reseña que os traigo del libro “Maldito síndrome de Estocolmo”  de la escritora Carmen Sereno,  está novela ha sido la ganadora  del Premio Chic. La novela está estructurada por cincuenta y cuatros capítulos, donde conoceremos la historia de Ana Luna  y de Eric Grau .

Cuándo Ana comienza a trabajar en los Laboratorios Grau sabe que es una gran oportunidad para ella por lo que va a por todas. Tiene un puesto de externa por lo que trabajará  en un sitio donde esta con poca iluminación, vamos de todo menos bonito.  Cuando le hablan del señor  Eric Grau le dicen que es un déspota, frio como el hielo, arrogante, por lo que todos le llaman Iceman  además de ser un auténtico depredador sexual.

Ana sufrirá lo que le han dicho sobre su forma de ser, pero lo que no cuenta en que se encontrará perdida en manos de ese hombre del que siente atraída desde que lo vio por primera vez.

Cuando me llegaron las novedades de la editorial, está novela me llama mucho la atención primero por la portada como por la sinopsis, además que fuese la ganadora del premio también me animo a leerla, así que cuando me llego solo estaba deseando sumergirme en la historia. Comencé a leer la novela y solo os puedo decir que lo devoré literalmente sin poder soltar el libro en ningún momento.

La novela tiene una trama que está bien desarrollada, la ambientación de la novela me gustó mucho porque la historia trascurre entre Barcelona y Roma. Es una historia que los personajes están bien construidos siendo sin duda el punto fuerte de la novela, es una lectura que devoras, además los capítulos son cortos, por lo que la lectura se me ha hecho mucho más amena. La novela está perfectamente hilada desde el primer capítulo hasta el último con un final que me ha dejado  (eso no me lo esperaba madre mía vamos que la haya leído me entenderá) sin duda la forma de escribir de la escritora tengo que decir que me gustado mucho porque consigue transmitir a lo largo de la novela, que yo como lectora solo puedo darle las gracias por hacerme disfrutar como una enana.

Ahora quiero hablaros de los protagonistas de la novela  Ana y Eric.

Lo que os puedo decir que la relación entre los protagonistas es en toda la novela es un tira y afloja porque si Eric tiene carácter Ana también, porque en muchas ocasiones no se calla diciendo lo que piensa mientras él eso lo saca de sus casillas, para ser sincera esas situaciones me ha gustado ya que me ha sacado más de una sonrisa. Eric en cambio tengo que ser sincera me daba ganas de poder entrar en el libro, decirle cuatro cosas  porque en el fondo Ana es mucho más insegura cosa que él no es o eso quiere hacer que piensen de él, pero a veces el lobo no es tan fiero como lo pinta (hasta aquí puedo decir) tengo que decir que me han gustado ambos pero sin duda Ana me ha despertado mucha ternura por ser como es.

Ana Luna  es una mujer de veinte y cinco años, vive en un apartamento junto a su mejor amigo Dani que es gay. Cuando sabe que va a trabajar en Laboratorios Grau, una multinacional farmacéutica sabe que no puede dejar escapar esta oportunidad. Empieza a trabajar en la empresa pero como externa por lo que trabaja en la planta baja, pero eso no era nada conozca su jefe. Comenzará a plantearse muchas cosas pero sobre todo que lo que dicen de Eric Grau es verdad, pero el destino la hará ver otra cara de su jefe del que se siente atraída.

Eric Grau  es un hombre atractivo, pero con un carácter muy difícil por lo que se ha ganado la fama de ser frio, arrogante aparte de ser un auténtico depredador sexual. Cuando conoce a joven externa que se  llama Ana Luna, con la que comienza a tener encontronazos con ella por su forma de actual pero lo que él no espera es que ella no se quede callada, dejándolo muchas veces frustrado. Eric cada vez se siente atraído por ella, por lo que comenzará una lucha con sigo mismo por lo que le hace sentir la joven.

En conclusión “Maldito síndrome de Estocolmo “ es una novela con una trama bien desarrollada, una historia perfectamente hilada desde el primer capítulo al último. Una lectura adictiva, con unos personajes muy bien construidos, una novela con toques de humor, erotismo, con una historia de amor de fondo que se ambienta entre Barcelona y Roma. Sin duda yo esta novela la he devorado literalmente curándome muy poco, con la pluma de una nueva escritora que ha conseguido cautivarme.

  -.PUNTOS NEGATIVOS.-  

No he encontrado ninguno.

  -.PUNTOS POSITIVOS.-  

Una novela que desde que comienzas a leer te engancha por lo que es imposible soltar el libro hasta acabarlo. Una trama bien desarrollada, unos personajes bien construidos,además de ser el punto fuerte de la novela. En pocas palabras un libro que he devorado, sin duda os lo recomiendo porque son de esas historias que te enamorarán y que dejan huella.

Carmen Sereno (Barcelona, 1982) es periodista y ha trabajado en diversos medios de comunicación y grandes corporaciones. Un día se dio cuenta de que había demasiadas historias por ahí que debían ser contadas y lo dejó todo para cumplir su gran sueño de ser escritora. Viajar es lo segundo que más le gusta después de escribir. Fotografiarlo todo, lo tercero. Habla varios idiomas y le apasionan los países nórdicos, sobre todo Suecia. De hecho, lleva la palabra «Estocolmo» tatuada en el brazo, aunque, cuando le preguntan, suele decir que es simbólico para hacerse la interesante. Está casada y tiene un hijo que, curiosamente, fue concebido en esa ciudad.